La indignación cada vez se generaliza más y no es para menos, pues no nos sale ahora Monica Oriol, presidenta del circulo de empresarios, llamándonos parásitos a un millón de desempleados diciendo que no servimos para nada.
Mujer, digo yo que para algo serviremos, aunque solo sea para trabajar en la construcción y contribuir a que los empresarios se hagan millonarios, ¡ah! ya eso era antes, ahora como no hay construcción somos parásitos.
Donde ha estudiado esa señora, por llamarla de alguna manera, que demuestra menos educación que cualquiera de los parásitos a los que alude.
Sepa señora, que si no tenemos formación no tenemos la culpa porque todos tenemos los mismos derechos, pero no las mismas oportunidades.
Yo soy de condición muy humilde y jamás me mofo del que no ha podido ir al colegio, que si no ha ido es por culpa de los políticos de turno que no les ha interesado que estudien, porque un pueblo con cultura es un pueblo libre.
Si no, vea el ejemplo que tenemos ahora en pleno siglo XXI, subiendo tasas académicas, quitando becas, etc. Eso para qué Sra. Oriol, pues precisamente para que no nos podamos igualar con los pudientes, para que sigamos siendo los esclavos de sus hijos.
Se me ocurre, porque tengo mucha imaginación, que según usted un ejemplo de parásito puede ser el presidente del gobierno que para cumplir sus funciones se rodea de una gran corte de asesores, traductores (porque tampoco sabe idiomas, bueno creo que habla el gallego, por eso de que es de La Coruña).
Otra parásita, por poner algún ejemplo más, la señora Báñez que no ha trabajado en su vida hasta ser ministra, vaya subidón de desempleada directamente a ministra, no me extraña que para llevar a cabo sus funciones tenga que encomendarse a la Virgen del Rocío, pobre Virgen lo que le ha caído encima.
En fin que no me voy a extender, pero no nos insulte y que no nos den limosnas, que 426,- euros es lo que tenía que ganar usted para que supiera lo que es bueno. Luego tienen la osadía de decir que no nos preocupamos de buscar trabajo, es que si esa cantidad nos la gastamos en autobuses, papel y fotos para el currículum, etc, ya me dirá de que comemos.
Como usted nos ha insultado, aunque no es mi estilo, se me ocurre decirla eso tan socorrido de ¡Vayase a la mierda!
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