PREMIO OROLA DE VIVENCIAS 2013

En este blog http://premioorola.blogspot.com.es/ viene la Vivencia que me seleccionaron en los Premios Orola. Espero que os guste.

ESTA ESPAÑA NUESTRA

Nací en la época de Franco y creí que era libre. Llegó la Democracia en 1.975 y seguí sintiéndome libre.

Cuando acabó la época de Franco tenía 22 años, vivía en un pequeño pueblo y, hasta la fecha, nadie se había metido nunca conmigo, ni con mi familia.

Al llegar la Democracia todos hablaban de libertad y me sentí libre. Con el paso de los años y en  pleno siglo XXI con la llegada del PP siento una dictadura que nunca había conocido y me siento extraña.

Lo prohíben todo, fumar, beber, no se puede viajar sin cinturón de seguridad, sin sillas especiales para los niños, hablar por el móvil, fumar dentro del coche, beber en la vía pública, escupir, mear, lanzar gritos contra los políticos en las manifestaciones, disfrazarte de policía o guardia civil, las descargas de internet, dar de comer a los gatos callejeros y palomas, ir ligero de ropa en zonas próximas a playas, las aceiteras rellenables en restaurantes y bares, no llevar casco en bicicleta, los chiringuitos de la playa, crucifijos en lugares públicos, vender bollería y golosinas en colegios, los toros en Cataluña, en Madrid brindar con champan en la Puerta del Sol en Nochevieja, jugar a la pelota en playas y sitios públicos, que los perros caguen en la calle, el aborto, comer pipas en la calle, etc. etc.

Por supuesto y esto va en serio, hay cosas muy lógicas, pero hay otras que son pa mear y no echar gota.  Joder, que ahora es cuando empieza la dictadura, que me dicen de la ley mordaza y de tantas otras prohibiciones que no recuerdo y todas son con carácter recaudatorio.

Y el trato al ciudadano, continuamente llamándonos vagos en los medios de comunicación, seis millones de parados y sin manifestarse es por la economía sumergida, según los politicuchos de turno. Señores, entérense de una vez, aunque de sobra lo saben, la economía sumergida es culpa de las E M P R E S A S, sí ahora en minúscula para que no haya errores, culpa de las empresas. El pobre ciudadano de a pie se tiene que conformar con lo que le ofrezcan y si el empresario no le quiere dar de alta en la seguridad social, se tiene que joder y trabajar sin ella, si te hacen falso autónomo no te hace gracia porque no tienes derecho absolutamente a nada, pero es lo que hay o lo tomas o lo dejas, hay miles de muertos de hambre deseando entrar en ese maravilloso puesto. Si te obligan a echar dos horas extras diarias y no te las meten en nómina te jodes, es lo que hay. Si tienes que trabajar los sábados por la mañana y no te lo quieren pagar, o te jodes o el lunes no vuelvas.

Así que, no vengan diciendo que la economía sumergida es del pueblo.

Señores, el pueblo llano nunca, a través de los siglos, han tenido culpa absolutamente de nada, siempre les ha tocado aguantar y bailar con la más fea.

De la infanta Cristina y su docto esposo ya ni hablo porque si lo hago me sube la tensión y corro riesgo de que me dé un ictus, pero su majestad y alteza real (lo pongo con minúscula porque no se merecen mejor trato) han pedido un sueldo y el rey no ha podido negarse, natural, una se cansa de pedir dinero al marido y de que te lo dé de mala gana, así que si trabajo me pagas y después si quieres te vas a cazar elefantes.

Resumiendo, es mucho lo que pasa y poco lo que cuento. La verdad es que me siento desbordada por los acontecimientos.

El pueblo, que conste, no es estúpido y aunque tenga sus preferencias políticas, lo que de verdad quiere es alguien que lo haga bien, que se acabe la corrupción de una vez por todas, que funcione la sanidad, que sus hijos puedan estudiar como venían haciendo últimamente, que haya trabajo y esperanza para los jóvenes, que si emigran sea por gusto no por necesidad, que no nos humillen con subidas de luz que se creen que no entendemos, la factura por supuesto que no la entiende nadie, pero los millones de beneficio que tienen al año eso lo entendemos todos.

Los banqueros, otros que hay que echar de comer aparte, los rescatan y en vez de dar créditos y ayudar al pequeño empresario y familias se dedican a comprar deuda pública y negociar con el dinero de todos.

De un tema me voy a otro, pero es que de verdad pasan tantas cosas a la vez.

Que me dicen de la educación, niños de tres años que tienen que llevar cinco o seis libros por un valor aproximado de 120,- € y no saben los pobrecitos ni qué hacer con ellos, ¿eso es lógico? ¿Han perdido la cabeza nuestros dirigentes? De becas y demás ni hablo, no sea que me pase algo (referente a la salud).

Pero si no lo digo exploto, ¿Cuántos chicos han tenido que abandonar su carrera cuando solo les faltaba un curso para acabar? Pues yo, personalmente, conozco a cantidad de ellos, los padres se han quedado en paro y han tenido que dejarlo, porque antes se trabajaba y estudiaba el mismo tiempo, pero ahora no hay en que trabajar y las becas se han esfumado.

Y el Erasmus, otra de tiros, se reduce en tiempo y dinero. Así vamos a aprender idiomas sentados en los bancos de la plaza.

¿Hablamos de las pensiones? Pues hablemos, a los pobres jubilados, a esos que mantienen ahora a sus hijos casados y sus familias, les han subido dos euros, algunos mucho menos, hay quien no llega ni al euro de subida.

Ley de dependencia, que horror, si en Castilla-La Mancha están quitando hasta el oxígeno domiciliario, las ayudas a domicilio, las ayudas económicas, vamos que no sé para que quieren que vivamos cada vez más, es mejor morirse en cuanto te jubiles, porque ya sabes que todo lo que venga a partir de ahí va a ser malo.

Y los emigrantes, ver por la tele los últimos acontecimientos, que venían nadando los pobres agotados y maltrechos y los recibían con balas de goma, dicen… eran de goma, faltaría más que hubieran sido de verdad. Algún día les colgaré un relato, cuento o como se quiera llamar sobre la “inmigración”.

Ya me estoy extendiendo demasiado y aunque son cosas que todos sabemos y conocemos, a veces no puedes permanecer callada y o hablas o revientas… prefiero hablar.

Hasta la próxima.