Entre los pingüinos de Faunia,
hay dos machos llamados Inca y Raya, han dado numerosas muestras de atraerse,
se besan, no se separan en todo el día el uno del otro, se montan, juegan, etc.
Demostrando así su mutuo amor.
También han dejado patente su
tristeza cuando alguna pingüina pone un huevo y posteriormente tiene
descendencia.
A tanto ha llegado la cosa que
sus cuidadores, siempre pendientes de todos los detalles, les han dado en
adopción un huevo.
Se pusieron extremadamente
nerviosos, miraban el huevo, se miraban ellos, no sabían que hacer, pero el
desconcierto duro apenas dos minutos, enseguida Inca tomó la iniciativa y se
puso a incubarle, primero poniéndose encima de él, de pie, luego más adelante
tumbándose para darle más calor, de tal forma que ya no se separa de él, es el
pingüino más sucio de Faunia, no entra en el agua por nada del mundo para no
dejar solo su huevo. Raya mientras tanto, le muestra su amor y acerca pescados
para que coma, pues aunque muera de hambre jamás se separa de su huevo.
Al fin están felices.
Bonita historia de amor que
espero nos muestren, de nuevo, en televisión cuando al fin sean papás.
Historia que perfectamente se
puede extrapolar a los humanos, para todos los que no creen en el amor entre
personas del mismo sexo.
Una vez más se muestra EL TRIUNFO DEL AMOR.
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