El mes de marzo he disfrutado poco con mis lecturas. Han sido:
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jueves, 31 de marzo de 2022
MIS LECTURAS MES DE MARZO/2022
miércoles, 30 de marzo de 2022
MOHAMED Y SU TESORO (FINAL)
Todo lo que se le ocurrió al papá decir fue:
- Tienes razón no es justo, pero el mundo está así de mal repartido.
A todo esto, los días pasaban muy rápidos para todos, Mohamed, aunque se acordaba mucho de su familia, recuperó la alegría y las risas como corresponde a un niño y se acercaba el día de su partida.
Unos días antes Elena, la mamá, le llamó a una habitación y le dijo:
- Como se acerca el día de tu partida he comprado algunos regalos para tu familia, juguetes para tus hermanos, algo de dinero para tus padres y un balón de fútbol para ti y alguna ropa, espero que te guste.
Mohamed lo miro todo con sorpresa, pues no esperaba nada, se quedo pensativo un momento y dijo:
-
Mamá,
no te enfades, sabes que os quiero mucho, pero no puedo con tantas cosas y
además vivimos sin nada de eso, ya estamos acostumbrados, de todas formas,
muchas gracias, sois muy buenos, no esperaba nada, pero yo he ido preparando
poco a poco una cosa para
llevársela.
- ¿Y que cosa es esa?
- Para nosotros es un tesoro y a vosotros no os cuesta nada, después de las comidas en vez de tirar a la basura las botellas vacías de agua he escondido debajo de la cama todas las que me caben en mi mochila para llenarlas del grifo el último día y llevármelas, se pondrán muy contentos al ver tanta agua junta y estaremos unos días sin tener que ir a buscarla.
- ¿Y porque has escondido las botellas?
- Por si no os parecía bien que me llevara tanta agua, aunque os lo pensaba decir, tengo cinco botellas que son las que me caben.
Elena el día antes de su partida preparó una mochila con ruedas donde cabían diez botellas, por supuesto compradas y con su precinto, así evitaba posibles evaporaciones o que llegara en mal estado.
Cuando lo vio Mohamed no pudo contener las lágrimas de alegría y se abrazo a Elena.
Toda la familia le prometió que
intentarían ayudarle a través de alguna O.N.G. y se despidieron de él hasta el
verano próximo.
Mohamed partió muy contento con su
GRAN TESORO.
miércoles, 23 de marzo de 2022
MOHAMED Y SU TESORO (CONTINUACIÓN...)
A la hora de cenar Mohamed estaba
muy nervioso, cansado y extrañado de ver tanta comida en la mesa y no conocía
ninguna de ellas por lo que no quiso cenar.
Elena, la mamá, le dio un vaso de
leche y le acompaño hasta su habitación señalándole su cama y abriéndola para
que se acostara, cuando lo hubo hecho le dio un beso y se fue.
Se reunió con su marido y sus dos
hijos y les echo a los niños una
sonora bronca, pues ya
les habían explicado de donde procedía Mohamed y su forma de vida, bastante
distinta a la nuestra y les hizo prometer que a partir del día siguiente le
ayudarían en todo y no habría más risas, a no ser de alegría o de juegos.
Se fueron todos a dormir, pero antes
fueron a ver si ya se había dormido Mohamed y le encontraron acurrucado
durmiendo en el suelo encima de la alfombra, le dejaron así pues la mamá penso
que estaba más cómodo que en la cama.
Los días sucesivos todo fue
estupendo, Mohamed era un chico muy espabilado que aprendía muy deprisa y se
adaptaba bien a su nueva familia.
Por la siesta se iba con Marcos y
Pablo a su habitación y hacían guerra de almohadas y lo pasaban muy bien, por
la noche dormía también en la habitación de los niños, ellos en sus camas y él
en la alfombra en el suelo, los niños le imitaron una noche y a la mañana siguiente
les dolían todos los huesos del cuerpo, en esta ocasión fue Mohamed quien se
río de ellos.
Le llevaron al Zoo, Parque de
Atracciones y un montón de sitios más, pero el más divertido fue la piscina, pues,
aunque Pablo y Marcos le cuidaban como a un verdadero hermano y se metieron
donde no cubría, Mohamed penso que no había ningún peligro y se dio una buena
aguadilla, le compraron un flotador y a ratos le cogían cada uno de una mano
para que nadara y así en pocos días aprendió, era lo que más le gustaba la
sensación de libertad en el agua.
Una mañana, los tres niños, fueron
con la mamá hacer la compra, al entrar en el hipermercado, que era enorme,
Mohamed se quedó boquiabierto nunca había visto nada igual, pregunto que si
todo eso era comida. La mamá empezó a echar al carro leche, dulces, frutas,
pescado, carne, latas y un sin fin más de cosas y preguntó que si se iban a
comer todo eso.
El resto del día, aunque por la
tarde fueron a la piscina, Mohamed estuvo triste.
Cuando llegaba el papá de trabajar
se reunían todos para contarle como había ido el día, como lo había pasado
Mohamed, mostrar los progresos que hacía con el idioma, etc., pero ese día el
niño hizo una pregunta tremendamente difícil de contestar, dijo:
-
Papá por que mi pueblo no
puede tener lo mismo que vosotros o por lo menos un poquito, vosotros tiráis el
agua (se refería cuando regaban las calles), tiráis comida (lo que iba a la
basura después de cada comida), tenéis dinero para pagarlo todo, la piscina,
museos, chucherías, comida, etc.
Yo quiero
mucho a mi familia, pero cuando vuelva y les cuente todo lo que he visto me van
a llamar loco y no lo van a creer.
Los papás y los niños se quedaron callados y muy pensativos, pues
no sabían que contestar.
viernes, 18 de marzo de 2022
MOHAMED
Y
SU
TESORO
Mohamed es un niño saharaui que vino
a España de vacaciones en agosto, acogido por una familia.
Cuando fueron a recibirle al
aeropuerto se extrañaron de su excesiva delgadez y que dijo sentir frío pues
hacia 38ºC, claro que él estaba acostumbrado a temperaturas de 67ºC o más.
Enseguida
se sintió cómodo, aunque apenas hablaba español, pues la familia era muy amable
y cariñosa, eran los papás y dos niños.
Pero al pequeño Mohamed le esperaban
muchas sorpresas en España. Acordaros que venia de un desierto donde vivía con
su familia en una especie de tienda de campaña.
La primera fue al salir del
aeropuerto, donde ya empezaba a marearse entre tanta gente, y ver tantos coches
y edificios, no se lo podía creer.
La segunda al llegar a casa y ver
como vivimos, con muebles, le dijeron que se sentara en una silla y le daba
miedo, pusieron la tele y salió corriendo de la sala y volvió preguntando que
si le veían desde la tele.
Luego en la cocina le abrieron la
nevera y dijo que qué era eso y no es que Mohamed fuera tonto, sino que nunca
había visto ni una nevera ni ese tipo de comida, pero la mayor de las sorpresas
fue cuando abrieron un grifo y vio que salía el agua sin parar, se asusto e
intento sujetarla con sus manos salpicando a todos y sin saber muy bien lo que
pasaba.
A todo esto, los dos niños Marcos y
Pablo se morían de la risa, les dolía hasta la barriga de reír tanto, jamás lo
habían pasado mejor en sus vidas.