¿NOS AGUANTAMOS CON TODO?

Somos muy dados a quejarnos en el bar, el mercado, la panadería, el trabajo, en la esquina, etc.  de todas las subidas habidas y por haber y yo me pregunto porque en vez de quejarnos tanto alguna vez actuamos, habrá algún sitio donde puedan hacerse eco nuestras quejas.

El listo de turno nos dirá que presentar quejas no vale para nada, que las tiran directamente a la papelera. Pues no, porque tienen derecho a contestarnos en un mes, positiva o negativamente, da igual, pero en un plazo de treinta días y digo yo que no dará lo mismo a una empresa recibir cien quejas al mes que recibir, por decir alguna cifra, tres millones.

Incluso creo que en este caso debería actuar de oficio la administración pública, incluso tomar cartas el defensor del pueblo, que ya no podemos aguantar más.

Me refiero al recibo de la luz, viene con una subida del 30% por lo menos en mi factura, hasta ahora en invierno pagaba 200,- €, pocas veces he pasado de esa cifra, pero esta última factura de noviembre-diciembre/16, me viene por un importe de 258,29 €. Ya he tocado techo, creo que ya no me sirve con quejarme en la esquina y creo también que una reclamación o queja no tendrá mucha transcendencia, pero si nos quejamos el 80% de los hogares españoles creo que algo podremos conseguir, como mínimo que se enteren de que no estamos contentos.

Porque ellos subir y cobrar y nosotros quejarnos, donde no nos oyen, y pagar.

Deberíamos cambiar de norma y quejarnos donde nos puedan escuchar.

Quede claro que no tengo ni idea, pero en este mismo momento tomo el compromiso de enterarme, igual que deberían hacer todos los demás, publicarlo cuando lo sepa y empezar a enviar reclamaciones hasta que se aburran.

Claro que antes nos aburrimos nosotros, porque aún no hemos empezado y ya estamos pensando, uff, que pesadez, si no van hacer caso, que ganas tenemos de perder nuestro tiempo.

Pues sí, quizás perdamos nuestro tiempo y hasta nuestra dignidad, pero ya estamos hartos y hay que conseguir que se enteren de una forma u otra.

Aquí lanzo el guante, a ver quien es el valiente que lo recoge.

- Lo primero voy a comprobar si esta bien la lectura del contador

- Después reclamaré directamente a la compañía