FUNCIONARIOS VAGOS

Estoy harta de oír esta afirmación y hasta ahora me he callado, porque hay cosas a las que es mejor no contestar, pero oír ayer a Antonio Beteta diciendo que se acabaron los cafelitos y leer el periódico en el trabajo me saco de mis casillas.

Señor Beteta, será usted quien mande a su secretaria a por un cafelito y seguro que no le falta en el despacho todos los periódicos del día con las noticias principales subrayadas.

Conozco a cantidad de funcionarios que trabajan muy duro, sobre todo si pensamos en lo que cobran. (Usted dirá que para lo que hacen), pues bien, por poner un ejemplo enfermeras, médicos y demás personal sanitario trabajan duramente para, con muy pocos recursos, curar a la gente.

Los que trabajan en el INEM (ahora SEPE) atienden cerca de 300 personas diarias, cada uno con un problema diferente y a final de mes se quedan “voluntariamente” a terminar de gestionar expedientes para que esa pobre gente pueda cobrar el día 10.

Podría poner más ejemplos, pero para qué, si a Vd. le da lo mismo. Yo creo que usted sale poco de su despacho, quizás si visitara hospitales, comisarías, Centros del INEM (ahora SEPE), etc. vería con sus propios ojos como trabajan estos “funcionarios vagos”.

Por supuesto que en todas partes hay garbanzos negros que rompen la regla, igual que pasa en el Congreso que mientras unos debaten, otros se toman un cafelito o directamente se duermen en el escaño (Y estos si tienen un sueldo más que digno).