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viernes, 29 de abril de 2022

PIVOT MI POLLITO - Continuación

 

-          ¿Y Betty se va a poner malita?

-          No, lo que pasa es que para darlos el máximo de calor habrá días en que no se levante ni para comer, ni beber, solo cuando lo necesite mucho.

-          Pues podemos colocar comida y agua delante de ella para que no se mueva y pueda comer.

-          Me parece una idea estupenda.

 

Fueron al corral colocaron ocho huevos y se salieron.

 

Betty fue de un lado para otro, pero terminó colocándose encima de los huevos.

 

      Al día siguiente Raquel coloco un recipiente con comida y otro con agua delante de Betty para que no tuviera que moverse e incubara lo mejor posible los huevos y marcó el primer día en el calendario.

 

Los días pasaban muy lentamente para Raquel que estaba ansiosa por ver los pollitos, mientras tanto cuidaba lo mejor que podía a Betty, aunque a veces se levantaba para picotear por el corral y hacer sus necesidades, y marcaba los días en el calendario.

 

La niña hizo prometer a su abuela que uno de los pollitos seria para ella.

 

Cuando llegó el día 20 Raquel no salía del corral, observando todos los movimientos de Betty y esperando el gran momento.

 

Por fin el día 21 Betty se puso algo inquieta, se ahueco para un lado y los huevos empezaron a vibrar. Raquel llamó a gritos a su abuela, la cual acudió rápidamente y le dijo que había llegado el gran momento.

 

Los huevos vibraban porque los pollitos intentaban con su pico romper el cascarón para poder salir, lo consiguieron cinco, Raquel estaba muy nerviosa y tenía los ojos desorbitados, era un espectáculo único, los cascarones a medio romper y los pollitos saliendo a tropezones como si estuvieran adormilados, todos eran amarillos, con un plumaje como pelusita, uno de los pollitos destacaba por su estatura, sobresalía la cabeza por encima de todos, Raquel enseguida dijo ¡ese es mi pollito!

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